...En hondas grutas de cristal luciente
el dios Alfeo, entonces sosegado,
oye turbar sus aguas, y la frente
alzó, de verdes cañas coronado;
mira la blanca ninfa, mira, y siente
dulces incendios en su pecho helado;
y suspensos sus rápidos cristales,
así siente su amor, así sus males:
«Si piensas, ninfa bella, que no dura
un instantáneo amor, y excusas fiera
el bien que me promete esta ventura,
para crecer, amor tiempos no espera.
Si el ver y el adorar una hermosura
son dos cosas, ninguna es la primera;
yo te vi, yo te amé, y otros amantes
no te adoraron más, te amaron antes.
...La diosa, conmovida al justo lloro,
de opaca y densa niebla rodeada,
la oculta, y luego la madeja de oro
corre en hilos de plata liquidada;
no de coral, de aljófar es tesoro
la sangre de las venas desatada,
y al deshacerse en los cristales puros,
bullen la blanda carne y huesos duros.
Poesía. Selección
José Antonio Porcel y Salablanca