Te quiero
decir por qué.
Dos islas con su luz
sobre el mar de la nota
son un barco atracado
a una grieta increíble
que quiebra el universo.
Se deslizan y flotan
con el tacto impreciso del aliento,
con la ola de caricias del oído,
sin otro rumbo
que el don acuático en lo ideal.
Zarpé sobre tu puente
y mi piel no era mi piel,
sino pluma mecida entre tus velas.
El norte eran tus ojos;
tu brazo diestro,
maroma en mi noray;
tu mano izquierda,
fondo para mis anclas...
Mis pasos en tus pasos,
de la vida, certeza.
Laura Gómez Recas
http://lauragomezrecas.blogspot.com/
-