_Web.jpg)
Todo sigue lo mismo y, sin embargo,
has oído, presientes, alertamente temes,
oyéndote,
oyendo sigilar en tu sigilo.
Sabes que está ahí, que te mira,
que ha olfateado tus tripas y tus huesos,
que te mide como presa, como cosa ingerible,
esa misma tensión con que lo acechas.
De pronto,en ímpetu de horror y atropello infinito,
su baba de diamante,
su repentina lengua mojándote el silencio.
(Eso que esta ahí, respirando. Las Ulceras de Adán, 1995)
Publicación de:
Julio César Goyes Narváez - El deseo de la sombra
Universidad Nacional de Colombia
http://www.ucm.es/info/especulo/numero29/desombra.html